Tuesday, October 02, 2007

PURA PAJA PURA GUADUA PURA MIERDA

DICHOS Y REFRANES POPULARES










PURA PAJA, PURA GUADUA, PURA MIERDA





A la memoria de Gabriel Libreros, El Mudo.





Compilador:
Jorge Santiago Quintana Carrillo









Cali 2007

La jerga popular es una ciencia y como tal hay que tratarla.
El mudo, parodiando a Lenin.


ENTRADA 1


Dicen las malas lenguas que Trabajaba mas una pala empeñada y era tan hábil que hacia bailar un trompo en la uña, hablaba mas que un perdido cuando aparece y tenia tanta imaginación que el mundo era un pañuelo anudado a su cuello. Era bugueño, de bugalu, ve. Construía casas de guadua, y decía que el hacia todo, desde sembrar la mata, hasta cortarla en cuarto menguante- porque o sino se pudre-.

Le apodaban El Mudo, era malo pa la realidad, tenía más realidad un ciego cuando se le aparece la virgen, pero escucharlo era cuestión de sentarse, prender un vareto y disfrutar los mejores dichos, que alguien haya podido expresar.

Lo conocí cuando hacia parte de un frente cultural, había más arte y literatura en la frente de un loco, pero servia para votar corriente, para desmitificar, -fea palabra que se volvió de moda-, tanto culto barato, tanta idolatría insana, porque para entonces cada secta poseía su propio guru, desde zuletianos hasta garzonianos, pasando por los inefables seguidores de Mao y los peligrosísimos amigos de la lucha armada que andaban por las cafeterías de la Universidad, donde se movían como gatos y gatas en ferretería, y parecía que se desayunaran diariamente con una ración doble de alacranes. Había que echarles formol para que no se pudrieran.

Eran unos jóvenes viejos, que habían partido cobija con la risa, el humor era un problema de clase, reírse era de burgueses o de pequeño burgueses, infiltrados en la causa, una causa que estaba en sus cabezas y sonaba mas una campana de barro eran parecidas a las piñatas, llenas de maricaditas. Los dueños de la revolución se creían los dueños del balón en ese largo partido de la causa popular, un partido interminable, tan largo como una semana sin carne, más peligroso que chocolate crudo. En esos pasillos interminables se movía nuestro amigo, daba grandes zancadas pegando letreros que invitaban a reuniones inútiles, convocaba a la unidad, organización y lucha, y alguien ponía al lado, lucha, es puta. No había peor cuña que la del mismo palo; cada grupo tenía sus respectivas disidencias, pero eran la misma perra con distinta guasca.















ENTRADA 2

La cosa estaba más enredada que un bulto de anzuelos, se pagaba escondedero a peso, no había cama para tanta gente. Les habían montado la perseguidora. La deserción de la universidad se multiplico por mil, el paraíso de navia se volvió un infierno, el olor dulzon de la marihuana hacia parte del paisaje y los coclis y pichifues mañaneros cantaban y despertaban a los últimos moradores de las residencias estudiantiles, convertidas en tugurios, por esa idea mezquina de la proletarización. Los ayatolaes perseguían a los jíbaros y liberaban zonas enteras del campus. A pesar de que todos sabíamos que no existía otra moral que la de la mata de moras, El comandante silencioso, continuaba con su perorata sobre una realidad canalla. Porque consideraba que la vida estaba hecha para trabajar con guadua, Paja y hablar mierda.


¿Quien se quería graduar de ingeniero? El por lo menos ¡No! ¿-Si lloran los guaduales porque nosotros no podemos llorar-? Se preguntaba- Esa era su utopía, el no pretendía ir por lana y salir trasquilado, tampoco sentarse a la vera del camino a cantar los guaduales. ¡El no creía en nadie! Sabia que Después de ojo afuera no hay Santa Lucia que valga, pero esperaba eso si, que le cayera algo, como pedrada en ojo tuerto.

Estaba en el borde de un pantano, arriba de su cabeza había una culebra, abajo un cocodrilo con las fauces abiertas, y un tigre merodeaba en la otra orilla. Esta imagen le encantaba y cada día le agregaba nuevos peligros. Como siempre el que menos puja suelta una lombriz, era el país del mínimo esfuerzo, de la formula MIUP a la tercera potencia, en síntesis el me importa un culo reinaba en todo su esplendor, la vida era una herida absurda, como en la ultima curda.


El tiempo vuela, árbol que nace torcido así lo fajen, pues, genio y figura, hasta la sepultura y, por mas que queramos caminar derechos, el camino se nos tuerce, es culebrero; porque si bien es cierto, que el que busca encuentra, también lo es, que ese camino, no lleva a ninguna parte.

Son muchas las puertas que se tocan, son pasillos interminables plagados de cubículos, es un edificio enorme, por el que merodea a diario con un álbum lleno de fotos de chalets, su currículo vitae de sueños, la vida es un sueño que dura un ratico, y los sueños, sueños son, pero la vida como, la luna no es pan y queso, aunque veamos en su plenitud a una liebrecita mordiéndola. Entonces, muerde el polvo de la derrota, Le echan los perros, y, a correr se dijo, y comprueba que perro que ladra si muerde. -Que perro viejo late echado, no es verdad- y, que la vida es perra... Que nos va en ella como a los perros en misa.- Y es que definitivamente la vida tiene cara de perro.







ENTRADA 3


Más sabe el diablo por viejo que por diablo, amigo, se lo digo yo, que me quede encerrado en esta ciudad, que fueron construidos tarde los monumentos para que no entrara el demonio, pero se metió hasta el ultimo rincón de este manjar blanco hecho urbe, se coló por el cañón del Dagua, esta en cada mulata de tal, requiebre sensual al son del viento, en cada grito de gol y en cada patada, por eso expresaba ante tanta tentación: Cali tan bella y yo bugueño.

Aquí estuvo el Santa Cruz reinando, no hay edificación que no sepa de el, y la diferencia entre Fidel Cruz y Celia Castro fue ninguna, la salsa lo adobo todo, estuvo en cada mesa, fue pato de toda boda, desde la del peón que se comió a la reina.

Hasta la de las reinas que se lo comieron todo, que se devoraron a todos. El mundo es un balón que se vuelve un corozo en los botines del crack de turno, es el diablo que bebe en ese cáliz su trago mas amargo. Es quien suplica: Cali aparta de mí ese pubis.
Y tu ya sabes, cuando pierde el América decimos que el único negro que jugo bien al fútbol fue Pele.

Como te admiro ve, arrieros semos y hasta Buga no mas llegaron; pero ahora están por todas partes, se acabo el Pam y la gasiosa, llego Ernesto y acabo con esto, porque Dios nos dio pan tostado a los que no tenemos dientes o quizás porque de eso tan bueno no dan tanto o porque llegamos tarde el día que la repartieron, ¡no se!, el caso es que se acabo la ciudad, se la llevo el diablo, y no sabemos adonde.

Es que esta pereza que da el río, el platanar, el sopor, eso de si quiere mas que le piquen caña, o ¿que mas quiere, una limonadita de aguacate? ¡Yo no se!; El se perdía por días y días y días y aparecía con sus sueños enteritos. Había cortado tanta guadua, construido tantas casas, la había reventado de verdad, había coronado cuanto se propuso. El barro, la paja, el bambú, se combinaban y, pueblos enteros aparecían de la nada, -ya te invito a la inauguración- me decía, haremos un gran sancocho para ti y para tus hijos. -Y es que éramos tantos los que ya no nos cocinábamos ni en dos aguas, tantos los que teníamos la piel mas dura que gallina culeca.
A nadie capan dos veces, viejo tal, -¿Usted cree que no mas es ir, agacharse y recoger monedas?-, o ¿soplar y hacer botellas? Espérame aquí que ya vuelvo, como le dijeron al Gil. Y así como la justicia, cojeaba y… llegaba, se apoyaba en su muleta, y hacia pases memorables a la vida, encendía un cigarrillo tras otro, si le tapaban la boca le salían avisos, avisos y luminosos, cada palabra sacaba chispas, era un sirirí, hablaba de todo, del Mercedes doscientos ochenta y cinco que ya tenia visto para pasearse por la calle quinta como todo un bacán, de las vueltas que da la vida, pues un día estamos aquí comiendo mierda y al otro tragando caviar, o jartando empanadas con champagne cristal, y es que el que no tiene mas con la mujer se acuesta, ¿no es cierto?. Para nadie era un secreto que la vida le había dado hasta por donde se tapan las ollas, pero el seguía por ese camino curvo como un cuchillo de carnicero, por todo el filo, alimentando al pueblo con esas imágenes terribles del maromero pegado a la piola, cruzando un abismo y abajo lo esperaban feroces depredadores con sus enormes hocicos abiertos.



ENTRADA 4


Cuando el rió suena se ahogo un músico o es que lleva una piedra…Y del ahogado… ¡el sombrero!, esa estampa de pescador y río, cuando en Colombia se podía salir a pescar de noche, no a que lo pescaran y lo desaparecieran, ¡mijo!, ¿Eso de pescador, lucero y río? Mejor me rió, pero es que tengo el labio partido, y shhh, cállese esos ojos, ¡porque el que tiene boca se equivoca!, ¿o no?

Y como al que no quiere caldo se le dan dos tazas, los envenenaron dos veces, les dieron exceso de proteínas, doble ración a un hambriento, como las que le dieron a nuestros compañeros después de que obtuvieron su puestito, y comenzaron a mostrar esas barrigotas que hablaban de tantas hambres pasadas, por la boca muere el pez,- y ¿si las ranas procrearan?- Ahora en el desempeño de su papel de burócratas desfilaban, más contentos que liberales colocados, los representantes de una generación, una degeneración ideológica, una sopa de mondongo, un sancocho lleno de cosas inútiles. Una indigestión que producía diarrea verbal, ese era el banquete platónico, un enorme platón lleno de iniquidades.

Que mas se perdió en Armero, es cierto, también que si el decía gato negro no le busquen pelo blanco, aunque taco burro en todo, por donde metió la cabeza le dieron, lejos de los cálculos de cascaron que volvieron famoso a su decano. Alejado del concreto, el acero y el hormigón, rodeado de guadua por todas partes, dando cátedra en los cafés de Cali y del norte del Valle, eufórico hasta el grado más alto o perdido en la tristeza infinita, como el columpio de la vida, expresada por la tristeza nasal de nuestro jefe, el viejo Daniel. Pero si de algo estaba seguro es de que la experiencia se como la caca, nunca se coje.

Y sin embargo, no hay derecho, se encontraba como en el cuadro de yo vendí al contado yo vendí a crédito, el había vendido a crédito, el se olvido del hoy no fió mañana si, se olvido de que perro no come perro, que hijo de tigre sale pintado. Y a Buga tenia que entrar de espaldas para que creyeran que estaba saliendo.



















Entrada 5


Del dicho al hecho hay mucho trecho, porque no es lo mismo la gimnasia que la magnesia, y algo va de Juan a Pedro, pues no podemos confundir a Santo Tomas de Aquino, con aquí no mas nos lo tomamos. Sabia muy bien, que era mejor tener pájaro en mano que cien volando y se enfleto para El Daríen, porque allá estaba el billete, Bolívar detrás de Santander. El tiempo pasó y como en la canción: quien lo creyera, cuando lo volví a ver no conocía a nadie, estaba más flaco y quemado, había comido tan poquito que le salieron telarañas en el culo, de su boca brotaban torrentes de palabras, imágenes que describían lugares extraños y distantes, donde los guaduales no solo lloraban, sino que contaban historias y enseñaban como y cuando debían ser cortados, en que dimensiones y en cuales combinaciones podría ir, si con cristales, o atados con amarras de fique, mejor dicho, una cátedra de diseño ambulante, y verdad pa Dios que no existía en el mundo quien pudiese igualarlo, Había tenido tanto éxito en su correría… pero siempre le faltaba, un centavito para el peso.



¿Que el dinero es la mierda del diablo?, ¡que va!, ¡entonces comamos mierda viejo!, si las llamas del infierno llegaron al cielo. Y este dizque es la sucursal, la ciudad que nació de una sonrisa de Dios sobre la tierra,-¿pero como se las ingeniaba para hilar una cosa con otra?-, yo no se, mandaba todo a la punta de un cuerno, todas las iglesias del pasado, con sus gurus, hasta el mismo se perdía en la multitud, el mismo se hundía en su profunda tristeza después del jolgorio de la palabra precisa y afilada, del absurdo de un mudo sin manos, que no terminaba de caer en el abismo, pero al que algo le llegaba de alguna parte, de algún confín de la imaginación a modo de salvavidas, para arroparlo con una leyenda, con un cuento, como el de aquel hombre que salio en burro desde Cartago y llego a Cali montado en un tigre y dándole perrero con una serpiente.




















ZONA DE EXCLUSION


Así parece que somos, no queremos a nadie, somos tan malos, que le pegamos a nuestra propia madre. El panorama no puede ser mas extraño, estamos, jugando nuestros sueños a los naipes, todas las entradas están selladas, las colas son interminables.

El mudo se ha hecho millonario, todos quieren apostar a sus sueños y a sus recuerdos pero ninguno le da la talla, esa es pelea de toche con guayaba madura, de tigre con burro amarrado, ninguno puede tener tantos recuerdos, nadie quiere apostar contra sus sueños, me dice que apueste los míos y yo le contesto que los míos son pesadillas, me recuerda algunos que el cree pueden servir, ¿el del socialismo?, ¿el de la paz? ¡No Jodas!, mejor déjate de guevonadas. Es imposible apostar con el, somos apabullados. Estamos dentro de esa enorme maqueta, en su propio país de guadua y barro, de largas calles y pasillos que no llevan a ninguna parte.


Yo trato de no perderme de nada, ese es mi papel en la trama, lo he escuchado con mucha atención, lo he seguido y he comprendido que siempre he estado aquí, me he dado cuenta de que no hay peor mudo que al que no quieren oír, ni peor ciego que al que no quieren ver. Somos invisibles, vemos más por el ojo de una teta. Y es verdad, existen personas que tienen el gusto operado.


Si, así es viejo, me mame de todo esto, mire no más esta multitud llena de ideas y de sueños inútiles que a nadie le interesan, ese: con cara gano yo, con sello pierde usted, que es con lo que nos jugaron a diario. En este país Es mas fácil vender una loca preñada, o coger un rayo por la cola, o que se yo, mejor me voy a chupar gladiolo, y en efecto, así lo hizo.

1 comment:

Lino Claudio Molina -LINARES- said...
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